Sarcásticamente, tomando los recientes intentos de la Conferencia Episcopal chilena de «capturar» al Estado y evitar la legislación que despenaliza el aborto en Chile por tres causales, podríamos decir que la Organización Mundial de la Salud (OMS) es una «pecadora».
Y lo es porque reconoce el aborto como un hecho, como un dato de la causa si se quiere, y considera que el elemento esencial en este caso, es establecer las condiciones sanitarias adecuadas para esta práctica.
Y es que esta entidad internacional reconoce que los riesgos de salud y de muerte para la mujer, asociados a un aborto clandestino e inseguro, que es la opción allí donde esta práctica es ilegal, constituye un grave problema de salud pública.
Así que tan osada es su opción «pecaminosa», que ha llegado a publicar una guía técnica y de políticas para sistemas de salud, para un aborto sin riesgos.
Si quiere conocerla, descárguela aquí, pero antes, asegúrese de tener un confesionario cerca.
Gran y lucida pieza. Gusta leer, bien articulado y extendido, lo que uno viene pensando. Te voy a seguir. ¡Gracias!
Perdón, mi anterior comentario era acerca de articulo sobre el clasismo pero parece que lo escribçi en el lugar erroneo.